“La verdadera sabiduría está en reconocer la extensión de tu ignorancia”. Esta es una de las mayores lecciones que nos dejó Charlie Munger, socio de toda la vida de Warren Buffett y uno de los mejores inversores de la historia.

Si bien la enseñanza aplica para todos los órdenes de la vida, su uso en el campo de las inversiones es determinante. Con esto presente, desde GMA Capital pensamos en la mejor manera de facilitarte el camino desde ahorrista tradicional a un jugador del mercado de capitales.

En este sentido, presentamos un conjunto de variables que no podés dejar de mirar a la hora de decidir una estrategia de inversión. Se trata de un Kit del Inversor indispensable en los mercados. Traemos 8 variables, de las cuales 3 son internacionales y 5 son locales.

¿Empezamos la recorrida por el mundo?

1) La tasa de interés de Estados Unidos. Los conocedores miran todas las tasas a diferentes plazos, pero la más importante es la de los bonos a 10 años del Tesoro norteamericano.

La famosa “10Y” no es otra cosa que el costo de endeudamiento de EE.UU. Como este país nunca defaulteó y emite la moneda más operada globalmente, sus bonos se consideran libres de riesgo.

En consecuencia, la 10Y, que hoy está en 4,3% anual, es como “el nivel del mar” para el resto del mundo. Basta con que pensemos: si el mercado le cobra más caro a EE.UU. para comprarle deuda, ¿qué le esperan a los mercados emergentes?

En los últimos meses, la tasa recortó desde 5% de la mano de expectativas de una moderación de la inflación norteamericana.

2) El índice S&P 500. Hablamos de la cartera más representativa de Wall Street y que contiene a las 500 acciones más importantes.

Para los inversores, se trata del motor de riesgo global. Si el S&P 500 “camina”, es muy probable que al mundo también le vaya bien.

Y cuando esto no ocurre, el resto de los mercados sufre las consecuencias. La crisis de las “punto com” en 2000, el crash de las hipotecas subprime en 2008, y el hundimiento de principios de 2020 por la pandemia de Covid-19 fueron muestras fieles de esta dependencia. En cada desplome de Wall Street, el valor de los activos financieros del mundo fue arrastrado a la baja, incluidos los de mercados emergentes.

3) El Volatility Index (VIX). También es conocido como el “índice del miedo”. 

Desde su introducción en 1993, el índice VIX es considerado por muchos como el primer barómetro mundial de la confianza de los inversores y la volatilidad del mercado. Su cálculo se deriva de las primas de las opciones sobre el índice S&P 500.

Un VIX alto no es buena señal para invertir ya que denota una alta inestabilidad en los precios.

Si bien el mundo importa mucho, nuestra economía también tiene relaciones muy sensibles.

4) El riesgo país. Famoso antes y durante la crisis de 2001, esta métrica nos dice cuál es el sobrecosto respecto de la tasa a 10 años de EE.UU. en el que incurre el Estado argentino para emitir deuda.

El riesgo país promedia los 1.800 puntos básicos. Si bien esta métrica recortó casi 1.000 bps desde octubre de 2023, aún es una cifra sideral comparada con el diferencial de riesgo latinoamericano de 207 puntos básicos.

Pero no todo está perdido. Si las tasas internacionales no se mueven, aquellos mercados que prometan reducciones en el riesgo país serán muy atractivos. Recordemos que los títulos se revalorizan cuando el costo de la deuda se reduce.

Y un buen clima en el mercado de bonos suele estar acompañado por un ámbito favorable en la bolsa de valores. Si entran capitales en la renta fija se da un efecto derrame en las acciones.

5) La evolución del S&P Merval, un indicador del humor del mercado.

En 2023, el índice más representativo de la plaza local trepó 360% en pesos y 60% en dólares, constituyéndose en uno de los mercados más dinámicos del mundo. Sin embargo, este 2024 no comenzó de la mejor manera, con un recorte de 2% en moneda dura.

Las acciones son un termómetro del espíritu inversor, un reflejo de las expectativas. Y como tal, están sujetas a volatilidad y a vaivenes que pueden oscilar entre la euforia y el pánico.

Hay muchas miradas para analizar acciones. Están quienes emplean el análisis técnico, y quienes confían en el análisis fundamental. Nuestra sugerencia es que elijas el método que mejor se amolde a tus preferencias y respetes el criterio seleccionado.

6) La inflación y las expectativas.

Argentina fue noticia en 2023 porque tuvo la mayor inflación del planeta. El IPC se disparó 211,4%. Esta métrica superó el encarecimiento del costo de vida en países como El Líbano y Venezuela.

No obstante, habría luz al final del túnel. El más reciente Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central muestra que las expectativas señalan un sendero de desaceleración de los precios. Hacia junio nuestro país podría volver a ver inflaciones mensuales de un dígito, luego de los fogonazos de diciembre (25,5% mensual) y enero (20,6%), que fueron los valores máximos en 30 años.

7) La tasa de interés o la remuneración al peso.

Muy relacionada con la variable anterior, la tasa de interés nominal, derivada del valor de referencia fijado por el Banco Central (la tasa de pases es 100% TNA), es central. Los inversores suelen comparar el premio del peso contra la inflación efectiva o con la nominalidad esperada.

Actualmente, las tasas de interés reales navegan en territorio negativo, restándole atractivo a la moneda local. La permanencia del cepo cambiario y la profundización de la recesión impiden que esta anomalía de tasas genere grandes rebalanceos de portafolios hacia moneda extranjera.

8) El precio del dólar.

Si sos argentino, sabés mejor que nadie la predilección que tenemos por el billete verde. Se vuelve un refugio en tiempos de incertidumbre.

Así, que para no redundar en temas conocidos, te cuento de una herramienta que sirve para analizar el derrotero del dólar a través de la competitividad: el tipo de cambio real multilateral (TCRM).

Es una medida que corrige el tipo de cambio con los principales socios comerciales por la inflación.

Cuando el TCRM se aprecia demasiado, aumentan las presiones para que la divisa norteamericana se valorice frente al peso. Por el contrario, momentos con TCRM altos suelen anticipar calma (incluso retrocesos) en el tipo de cambio nominal e invitan a pesificar parte de la cartera.

Tu Kit del Inversor ya está listo. No hay más excusas.