Si bien abril suele ser más tranquilo que marzo en lo que se refiere a la inflación, el desorden macroeconómico y el desanclaje de las expectativas podrían hacer que dicho patrón no se cumpla. Además, el ajuste de tarifas y la aceleración de la actualización del tipo de cambio oficial o crawling peg (6,5% mensual en abril) le agregan vitaminas al IPC.

Ya con el mes cerrado, las consultoras privadas dieron a conocer sus mediciones de inflación. De siete estimaciones distintas, ninguna estuvo por debajo de 7%. El piso lo marca SEIDO, quien midió una inflación de dicha magnitud. Por su parte, Libertad y Progreso y Ecolatina midieron 7,2%. Algo por encima, EcoGo registró 7,3% y Empiria 7,5%. En la cima de la lista se encuentran C&T, con 7,6%, y Orlando Ferreres, quien registró un guarismo de 7,8%.

La mediana de esta muestra arroja 7,3%, que está muy por encima del 6,3% que señalaba el último REM, y cuya actualización más reciente se dará a conocer el viernes 5 de mayo.

El mercado percibe esta dinámica de la aceleración nominal y, en consecuencia, busca cobertura. En esta misma línea, la inflación de indiferencia entre la Lede y la Lecer con vencimiento a junio sugiere para abril un guarismo de 8%, aun por encima de la estimación de consultoras privadas.

Marchas y contramarchas sobre la publicación del IPC

El desdoblamiento de las distintas elecciones a nivel provincial hizo que la carrera electoral comenzara en febrero, bastante antes que el hito de las PASO en agosto. En este contexto, el próximo domingo 14 de mayo se celebrarán elecciones en cinco provincias: Salta, Tucumán, La Pampa, Tierra del Fuego y San Juan.

¿Qué tiene que ver esto con la inflación? Todo según el Gobierno. Para el viernes 12 estaba programada la presentación del IPC de abril. Pero las autoridades del INDEC consideraron que, por coincidir con la veda electoral, era pertinente mover la publicación al lunes 15.

La difusión de una estadística como el índice de precios no debería tener nada que ver con fines políticos. En cambio, es muy complejo no leer la modificación de la fecha de publicación no solo como una jugada proselitista sino también como un diagnóstico naive que subestima el estado de la sociedad, que padece una inflación de 3 dígitos desde hace tiempo.

Dado el antecedente del INDEC entre los años 2007 y 2015, la oposición no tardó en salir a criticar la medida. Finalmente, a última hora de la jornada el Director del Instituto, Marco Lavagna, dio marcha atrás con la decisión y finalmente se mantendrá el calendario original.