Los datos más recientes del INDEC encendieron las alarmas en el sector externo. En junio se registraron exportaciones por USD 5.450 millones, marcando una merma de 35,4% con respecto al mismo mes del año anterior, mientras que que las importaciones fueron USD 7.177 millones, retrocediendo 17,2% interanual. De esta manera, el rojo de la balanza comercial fue USD 1.727 millones, un récord inédito a precios corrientes. Asimismo, en el primer semestre se acumuló un déficit de USD 4.431 millones, configurando el peor lapso enero-junio desde 2001.
No se trató solo de la sequía. Si bien las ventas al exterior de productos primarios cedieron 36,7% interanual, esta dinámica se dio de forma generalizada en todos los rubros: Manufacturas de origen agropecuario recortaron 36,1% i.a, las de origen industrial 32,1% y Combustibles y energía 37,7%.
Por su parte, también se observó una importante contracción en las compras al exterior. Se destacaron tres partidas: Bienes de capital (-15,9%), Bienes intermedios (-8,4%) y Combustibles y Lubricantes (-41,9%). Hablamos de rubros fundamentales para la producción y el normal funcionamiento de la economía.
Otro hito lamentable
Pese a la contracción en las importaciones, el recorte en las ventas al exterior fue aún más profundo y así se alcanzó el mayor déficit comercial de la historia en términos nominales. Si ajustamos de acuerdo a la inflación estadounidense, sin embargo, se trata del tercer peor registro histórico, solo detrás de noviembre de 2017 (- USD 1.836 millones) y de enero de 2014 (- USD 1.774 millones).
Si nos concentramos solo en el sexto mes de cada año, presenciamos por lejos la peor marca. De los últimos 43 años solo en 10 se registró un saldo negativo. El rojo de USD 1.727 millones correspondiente a junio de 2023 no tiene contrincante. El único que se le acerca es de 2017, con un saldo negativo de USD 921 millones.
Este dato evidencia de forma más contundente el delicado estado de las cuentas externas del país. Desde que finalizó el último “dólar soja”, el Banco Central se desprendió de USD 2.028 millones en el MULC para hacer frente a la demanda de divisas. A su vez, las reservas netas ya perforan USD 7.700 millones en terreno negativo, una sima jamás vista en la historia. En este contexto, un pronto acuerdo con el FMI que destrabe el desembolso de USD 4.000 millones se vuelve fundamental para que la economía no caiga en una situación de mayor estrés en lo que queda de 2023.