Desde el Gobierno saben que, al menos en los primeros meses, el margen de error en el plano fiscal es nulo. Cualquier traspié sin una inmediata compensación que demuestre la operatividad del ancla fiscal podría destruir los avances alcanzados desde el 11 de diciembre.
En este sentido, la caída de la recaudación de febrero fue una bandera roja. Los ingresos del mes totalizaron $ 7,2 billones y marcaron una suba del 240,9% interanual (ia.). Pero si a este registro se le descuentan una variación de precios del 282,1% en 12 meses (con supuesto de inflación de febrero de 15%), en términos reales los recursos cedieron 10,8% con respecto al mismo mes del año anterior.
¿Cómo se comportaron las distintas partidas?
Gracias a que la devaluación incentivó la liquidación de las exportaciones, los impuestos ligados al comercio exterior se destacaron. El Impuesto PAIS y Derechos de COMEX fueron los que más recaudaron en el segundo mes del año. Con relación al primero, su peso relativo al total de los recursos tributarios alcanzó el 7,9%, la misma relevancia que Créditos y débitos en cuenta corriente y por encima de Aportes personales (7,8%). En términos reales, el Impuesto PAIS trepó 303% ia., Derechos de exportación 51% ia. y Derechos importación 7% ia. En suma, los tres impuestos explicaron 6,7 puntos porcentuales sobre la variación total (sólo PAIS sumó 5,3 p.p.).
A pesar de los buenos resultados, estos tributos no fueron capaces de compensar la debilidad del resto de las partidas, que estuvieron afectadas por la recesión.
Ganancias se desplomó 38,6% real interanual, y debido a su alta ponderación (15%), incidió negativamente en 8,5 p.p. En tanto, Contribuciones patronales (-20%) y Aportes personales (-27%) también sufrieron grandes licuaciones frente al avance de los precios, promoviendo un recorte de 5,6 p.p. sobre la variación real total de la recaudación (3 p.p.).
Que la mayor ganancia en términos reales haya sido en parte por el Impuesto PAIS es una preocupación. Es que el Gobierno planea eliminarlo durante este año en el marco del desmontaje total del cepo. En esta línea, la sostenibilidad del plan fiscal entra en duda por su creciente dependencia del recorte acelerado del gasto. Una estrategia únicamente basada en “licuadora” y “motosierra” tiene pocas probabilidades de éxito antes de que el termómetro social comience a recalentarse.
En búsqueda de las reformas estructurales
Conociendo las dificultades de embarcarse en un fuerte ajuste del gasto sin apoyo, desde Casa Rosada saben que el retorno al diálogo con los legisladores para ejecutar cambios de fondo es clave. El discurso de Milei frente a la Asamblea Legislativa fue un reconocimiento de esta realidad.
Lo novedoso vino por el nuevo “Plan de Mayo”. Es un acuerdo con los gobernadores sobre 10 puntos básicos (en línea con la apertura comercial y flexibilización del mercado). Pero estos pilares requieren como precondición la aprobación de la Ley de Bases (Ley Ómnibus) con el capítulo fiscal incluido. ¿El incentivo para los ejecutivos provinciales? Un segundo acuerdo de alivio fiscal para las provincias.
De esta manera, tras el primer rechazo de la Ley en Diputados, Nación se recupera del revés legislativo y gana el músculo político que le faltaba para ejecutar las reformas estructurales necesarias.
La convocatoria a los Gobernadores por firmar el “Plan de Mayo” fue celebrado por los inversores, que siguen en modo “creer para ver”. El price action de los activos no fue afectado por el traspié de la recaudación (el dato se publicó pasado el campanazo de fin de la rueda), sino que fue arrastrado por las buenas sensaciones del discurso de Milei. Es por esto que, al inicio de la semana los bonos en dólares ley NY se recuperaron hasta 2% y las acciones, lideradas por YPF, hasta 5%.